¿Quienes somos?

Nosotros con nuestras primeras basset.

Somos Conchi y Juan. Desde siempre hemos compartido nuestra vida de una manera o de otra con nuestros amigos, los perros.  Pero nuestra afición por el Basset Hound empezó años atrás. 

 

A Juan le faltaba algo. Decía que estaba "imcompleto como persona", (que cara más dura). Él siempre había estado enamorado de una raza de perros. Un día bajaba de casa, cuando estaba soltero y sólo tenía a Lucas (un pastor blanco suizo). Se encontró a una chica desquiciada, su perro no le hacía caso, ella lo llamaba como una posesa. Juan se quedó maravillado del curioso aspecto de aquel chucho, pensó: -"¡Anda si es triston, el del amiguito!". La muchacha seguía desgañizandose para conseguir un mínimo de obediencia de su descreída mascota. Juan ni corto ni perezoso se agachó a unos cuantos metros del can y dijo con voz alegre. -"¡Hola......! ¡Qué te pasa a ti......!" El perro al ver tan simpática compostura, corrío como un desesperado hacía él, parece como si toda la vida hubiese estado esperando que le dijesen esas palabras. Se avalanzó sobre él, y empezó a regalarle lametones a diestro y siniestro. Juan no podía creer aquel derroche de simpatía hacia un completo desconocido. La muchacha se acercó y le pidió disculpas por la insolencia de su compañero. -"Disculpas.... ¿Por qué...? Es muy simpático. ¿Qué raza es?" - "Un Basset Hound", respondío la chica. Juan: - "¿Un qué.....?". La chica: - "Un Basset Hound, tristón, hush puppies, (entonces no existia "rastreator"), como lo quieras llamar, es que no hay muchos".

 

 

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Desde aquel día a Juan no se le olvidó aquel nombre, Basset Hound. La terquedad de aquel perro si la olvidó, pero ya se encargarian dos de esas patosas, tiempo después, de recordarsela..... ja, ja, ja.

 

Así que tiempo después, pasaron años de esta historia,  llegarón a casa estas dos orejonas, Mafalda y Vilma. Las dos juntitas,  con apenas cinco días de diferencia en su edad. Tranquilas como ellas solas, por la noche no hacián ningún ruido, no se notaba su presencia, parecía que la paz era en ellas.  Estabamos alucinados de su comportamiento. Pues era todo mentira, os puedo asegurar que son mu....cho más traviesas que los cocker, ochenta veces. Hacen el triple de trastadas, pero eso sí...... las hacen muy.... tranquilamente. Son una autentica delicia. Para muestra un botón, ver el video.

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